martes, 26 de octubre de 2010

Interpretación Argumentativa - Mandamiento VII No Robaras

A mi parecer el capítulo VII No Robarás del libro Los Diez Mandamientos del Siglo XXI escritos por Fernando Savater compara de forma irónica el mandamiento de la biblia con la actualidad mediante una conversación con Dios. El estilo que este utiliza de principio a fin capta la atención  principalmente de los jóvenes, ya que cuestiona a Dios de lo que queremos saber y lo que pensamos, como lo hace al principio del capítulo; pero luego va desglosando cada texto con un tema comparativo basado en la idea central, por ejemplo el texto titulado No robar almas, donde relaciona el caso del Faraón cuando esclavizo el pueblo de Israel con el caso ocurrido en Argentina hace unos años atrás por Estela Carlotto, que no tan solo hubieron robos materiales si no de personas su derecho a pensar y a vivir. En otra parte Savater cita una frase de Mahatma Gandhi “Todo lo que come sin necesidad, le roba al estomago de los pobres” quiere decir con esto que mientras existen personas que desperdician sus bienes materiales y alimentos existen otros que no tienen nada Y aquellos que viven tan felices sin importarle las condiciones en las que viven los demás están robando parte de sus derechos. La sociedad tiene que abrir los ojos que robar no es tan solo tomar los bienes ajenos, o aquellos que vemos por las calles tomándolo de forma bandida existen millones de forma para actuar como ladrones. Otros de los textos se titula “Cuando roba el estado” donde dice que los impuestos son abrumadores y es así, muchos de nosotros pagamos mas de los ingresos que tenemos solo en impuesto, todo para que algunos funcionarios les den un mal uso y no ayude en nada al progreso de nuestro país, y para finalizar dicho capitulo Savater cita un temas más “Yo te robo una o varias ideas” algunos ignorantes de este mundo creen que robar es solo en lo material pero donde quedan esos grandes inventos, temas musicales u obras literaria?  Quizás les damos grandes aplausos a personas que no saben ni que hacen o dicen sus “propias creaciones”. Que agradecidos estamos con Dios por todo lo que él ha hecho por nosotros,  si ni siquiera valoramos al hermano que está a nuestro lado robándole de la mínima manera un pedazo de sí.

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