lunes, 29 de noviembre de 2010

Nocturno

De este lado del malecón se distinguen
las luces de los edificios y los faroles de la costa
como si fuesen barcos.

A veces un barco mercantil o un crucero sale
del puerto con todas sus luces prendidas
y atraviesa el mar.

Entonces uno imagina que las luces parpadeantes
de la costa también se transforman en barcos
y que las casas y los edificios se desplazan por el mar
y que Santo Domingo entero se echa a navegar.


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